Looking for Eric (Buscando a Eric)

Txema (aka King Mob)

Con Looking for Eric, Ken Loach (The Navigators, The Wind That Shackes The Barley) se aleja un poco del drama al que nos tiene acostumbrados para contarnos una historia costumbrista con más humor acerca de Eric, un cartero de Manchester.

Eric tiene que compaginar su trabajo, en el que al contrario que en otras películas de Loach, está agusto, con compañeros que a la vez son amigos y fieles seguidores del Manchester United con los que acercarse al pub más cercano a tomarse unas pintas, pero con una situación muy distinta en casa.

Allí tiene que lidiar con dos hijos que no son precisamente el modelo perfecto. Uno de ellos no tiene ningún interés en ir a la escuela y se pasa el día durmiendo o pasando el rato con sus amigos y el otro se dedica a trapichear con un mafioso local un tanto peligroso.

Ninguno de los dos ayuda en nada en casa, más bien todo lo contrario y eso hace que cada vez esté más agobiado y sufra ataques de ansiedad.

Además, Eric tiene otra hija mayor de su primer matrimonio y tiene que encargarse de su nieta durante unas horas cada día. Esto no supondría ningún problema si no tuviese que llevar de vuelta a su nieta a casa de su abuela Lily, la primera mujer de Eric y a la que dejó en uno de esos ataques de pánico el día del bautizo de su primera hija.

Eric todavía recuerda cómo conoció a Lily en un concurso de rock&roll en el que tenían que competir con otras parejas. Desde que la abandonó no ha vuelto a bailar. De eso hace ya muchos años y todavía la sigue queriendo. Esa fue la noche más feliz de su vida.

Esta situación cada vez se hace más insostenible y Eric recurre a preguntarle a un póster de su ídolo, Eric Cantona, qué puede hacer -no sin antes haberse fumado algo de marihuana de uno de sus hijos-, apareciendo al instante el ex jugador, e iniciando así una relación de amistad en la que Cantona ayudará a Eric a sacar adelante su vida.

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[SPOILERS DE AQUÍ EN ADELANTE]

Cantona intentará devolverle la confianza. Tiene que tomar las riendas de su vida, ponerse firme con sus hijos e intentar aclarar su relación con Lily. Le explicará que sin riesgo no hay gloria, tiene que arriesgarse para ganar y seguir adelante. También Cantona tenía miedo cuando salía al campo con miles de seguidores coreando su nombre, estaba aterrado, pero seguía adelante e intentaba darle al público un momento mágico, un momento que no sólo les permitiese evadirse durante dos horas de sus problemas, sino que quedase grabado en su mente toda la vida.

Por otro lado también los compañeros de trabajo intentarán ayudar a Eric, tanto con terapias en su casa sacadas de ridículos libros de autoayuda, bromas en el trabajo o poniendo al hilo a sus hijos. Es lo que intenta explicarle Cantona, el fútbol no es marcar un gol, no es algo individual, para Cantona su mejor jugada fue un pase, no un gol, es un juego en equipo, se necesita confiar en tus compañeros.

Y vaya que si Eric confía en ellos. Cuando su hijo se ve envuelto en un asunto peliguado con el mafioso local y ve que no puede ir a la policía ni argumentar con él, recurre a sus compañeros para que le echen una mano. Se reúnen alrededor de unas pintas y deciden la estrategia a seguir. La Operación Cantona.

Antes de un partido fuera de casa, tres autocares se desvían del camino hacia el estadio rival y se dirigen a la casa del mafioso con la idea de humillarle públicamente, la única manera de mantenerle a raya. Más de un centenar de hinchas del Manchester se bajan armados con rodillos, palos, martillos, bates de béisbol y pistolas llenas de pintura, se ponen unas máscaras de Eric Cantona y entran en la casa del mafioso dejando claro que si vuelve a ponerse en el camino de Eric o su familia, tendrá que vérselas con ellos y no será agradable.

Así Cantona decide despedirse, sabiendo que Eric sacará adelante su vida, a sus hijos y su creciente relación con Lily.

Espero que viendo las imágenes de Cantona jugando en el Manchester y su actuación en la película, haga que no se le recuerde sólo por esa patada de fama mundial que le dio a un hincha del Crystal Palace después de un comentario xénofobo hacia su persona y se piense más en esta película, en su juego y en sus goles.

Y qué cojones, ese imbécil se merecía esa patada.