IÑIGO ARZA / Periódico Diagonal
Una persona puede ir al fútbol Domingo tras Domingo, durante 50 años, y seguir sin tener ni idea de lo que está viendo. Para entendernos, el tribunero es ese aficionado que cuando un jugador tiene el balón cerca del área, le grita: “pero ¡Tira! ¡Tiraaaa! ¡Tiraaaaaaa!”, y acto seguido, cuando el balón se va alto, le espeta un “¡Pero para qué tiras!”. O también a la inversa, claro; 89 minutos criticando a un jugador de su equipo, y cuando marca el gol de la victoria, lo celebra diciendo “¡si ya os lo decía yo!” El tribunerismo existe también en la vida extradeportiva. Hace unos años el tribunero de la calle era ese que te decía: “pero no seas tonto, vete a por la hipoteca, que pierdes dinero”, y hoy no se le caen los anillos en decir: “y si no pueden pagarlo para qué se meten, ¿eh?” Hoy se ha reciclado, y siguiendo el ruido de los medios una vez más, te da la solución: “pero no seas tonto, ¡pide un crédito y emprende!”. Leer más de esta entrada
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